Seguridad informática, un tema que debe llegar a las aulas

 La aceleración de la digitalización ha expandido el terreno fértil para la proliferación de las estafas y el robo de datos. Por qué es clave concientizar en las escuelas.

Este 30 de noviembre el mundo celebró el Día de la Seguridad Informática. La fecha conmemora el primer caso de malware propagado por la red, ocurrido en 1988. El ataque afectó al 10% de las maquinas conectadas a Internet en aquel entonces y pasó a ser conocido bajo el nombre de "Gusanos de Morris". Su autor fue Robert Tappan Morris, un estudiante de 23 años que adujo que el virus escapó por accidente.

Más de tres décadas después, los y las estudiantes vuelven a estar en foco de la ciberseguridad, pero por la causa opuesta: representan una población grande, diversa y vulnerable a los robos y estafas informáticos. La pandemia aceleró la digitalización de tal manera, que una parte considerable de sus vidas sucede a través de internet. Las redes sociales consolidan su "yo digital" y las billeteras virtuales los llevan por transacciones de cobro y pago de una app a la otra.

Entonces, ¿cómo concientizar a este segmento de la población "que nace con un celular en la mano" sobre la seguridad informática? ¿Cómo convencerlos de estar atentos a las trampas que el exilio analógico mantiene al acecho? Como en otras tantas cuestiones, la escuela tiene un rol central en esta misión. Además de acercar contenidos y habilidades que se requieren en este mundo cada vez más regido por ceros y unos, la escuela debe promover la reflexión sobre la ciberseguridad.

El desafío es complejo, más cuando siquiera niveles de educación superiores han instalado el tema. Actualmente, "es poco lo que se enseña de seguridad informática en las carreras universitarias argentinas. De hecho, muchas de ellas no tienen ninguna materia específica sobre el tema. Sin embargo, la importancia de la seguridad informática aumenta día a día por lo que es cada vez más importante que esta especialidad de la informática se enseñe masivamente en las universidades del país", destaca Juan Martín Heguiabehere, director del programa de Seguridad Informática de la Fundación Sadosky.

Por ello, "más allá de los problemas técnicos, uno de los principales problemas de la seguridad informática en estos tiempos es educar al público en general sobre los riesgos que implica realizar ciertas actividades a través de medios digitales, así como también sobre cómo minimizar esos riesgos. El otro de los desafíos es trabajar en desarrollo seguro, es decir prevenir los posibles problemas en las etapas iniciales de diseño y desarrollo para no tener que salir a apagar los incendios después", agregó Heguiabehere.

Según la descripción del proyecto "Promoción de la Seguridad Informática en el ámbito escolar" de la Universidad Nacional de Córdoba en Argentina, los y las jóvenes que no son conscientes de los riesgos que trae la excesiva publicación de fotografías, comentarios sensibles e información privada en las redes sociales, no asocian estas prácticas a problemas que muchas veces los afectan, como es el grooming, sexting, ciberbullying, y el phishing.

Sin embargo, tal como explican los creadores de este proyecto que capacita a estudiantes de educación secundaria para que dicten talleres sobre seguridad informática en escuelas, el crecimiento de estas problemáticas ha generado la necesidad de que padres, madres e instituciones educativas soliciten información y capacitación sobre estos temas, así como sobre protección de datos, identidad digital y robo de información, criptografía básica, uso indebido de las redes o prevención de ataques a través de la web.

En Argentina, desde Argentina Cibersegura, una Asociación Civil que realiza actividades de concientización y educación sobre seguridad en entornos digitales, coinciden en que los alumnos no egresan con las habilidades suficientes y explican que esto puede tener varios motivos.

"Por un lado, porque al pertenecer al área informática y no existir en el diseño curricular escolar obligatorio de todo el país esa asignatura, queda sujeto a que cada instituto decida si quiere impartir clases de informática o no. Además, las carreras docentes no están actualizadas para formar a los futuros formadores en competencias digitales y en seguridad en particular. Por último, porque el foco muchas veces está puesto en contenidos que se consideran son lo que necesitan las futuras generaciones, como es el caso de programación o la robótica, y se deja de lado la formación de personas que sepan ser, hacer y convivir en Internet", explican desde la ONG.

En el mundo ya existen iniciativas para capacitar a docentes que trabajan en edades tempranas de la educación con conocimientos y herramientas en el campo de la ciberseguridad con el objetivo de aportarle a las próximas generaciones las herramientas necesarias para hacerle frente a los desafíos que supone la seguridad de la información. En países como Estados Unidos, organismos como el United States Department of Homeland Security (DHS) cuenta con el Cybersecurity Education Training Assistance Program (CETAP). En Massachusetts, por ejemplo, la Universidad de Clark desarrolló en 2016 un programa para el sistema de escuelas públicas de Shrewsbury en el mismo estado con el objetivo de educar a los y las más pequeñas como ciudadanos tecnológicos y capacitarlos acerca de los riesgos a los que está expuesta la tecnología que utilizamos y nuestra información. Si bien queda mucho por hacer, poco a poco se está haciendo más evidente la importancia de la educación en seguridad informática.



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